«…Lo que se ve en la propuesta escénica novedosa y vanguardista apta para todo el público no es precisamente danza teatral, ni folclórica, ni contemporánea, sino una obra de corazón y mente que mueve y conmueve al espectador al abordar males del alma y de la mente…» Notimex
«Esta propuesta es grata y sorprendente. En ella los géneros se mezclan, se despiertan los sentidos, las emociones se encuentran y el espectador queda envuelto en una propuesta escénica en la que la danza, la música, la luz y los objetos son detonantes de sensaciones necesarias y sinceras. La bailarina comparte un viaje introspectivo por las rutas de la tristeza y el renacimiento, teniendo como cómplices a otros grandes creadores que contribuyen con la voz, la poesía y la sonoridad de las notas musicales.» (Yuriria Contreras, Radio IMER)
«Arriba del escenario, una temblorosa mujer, fustigada por violentos espasmos y al filo del desquicio, lidia con el suplicio psicológico o del alma, representado lo mismo en un reboso insoportable que la asfixia y ata, cual camisa de fuerza, que por un telar monumental que la aprisiona y entierra entre pesadas sogas como cadenas. Todo al ritmo que marcan la chilena y el son jarocho, huasteco o arribeño, géneros que resuenan en las fibras nacionales más recónditas, devenidos en frenéticos y perturbadores bailes imposibles de interrumpir.» (Israel Sánchez, el reforma)
Testimonio público:
“Sólo dedico estos renglones para externar que me sacudió felizmente tu valentía, sensibilidad e inteligencia en escena. Un sencillo vestido del color de la tiricia, una larga, bella e híbrida trenza y un tormentoso telar…Lágrimas de absoluta entrega…Y luego ese renacer que surge de la decisión de encontrar en el interior la luz blanca que redirecciona el camino. Valona, zapateado, chilena, lluvia de flores y son.”